martes, 28 de mayo de 2024

The rat

    Hay una clienta del estudio que, como hace poco es ex clienta, no me hace sentir culpable el querer contar brevemente su historia.


   Ex clientes hubo muchos y, si bien no son clientes míos, me da cierta bronca cuando se van porque acá se trabaja bien, mandamos las cosas a tiempo y rara vez hay alguna queja sobre nuestro modo de trabajo; y también porque obviamente un cliente que se va significa un honorario menos y una pérdida para nuestra jefa y, en consecuencia, retrasos en nuestros posibles aumentos de sueldo hasta que se incorpore algún cliente nuevo que vuelva a estabilizar la situación. Algunos se fueron porque vendieron sus empresas, otros fallecieron, otros eran muy complicados de manejar y tuvimos que romper relaciones mutuamente para preservar nuestra paz, y otros pretendieron que gestionemos alguna evasión demasiado guasa como para pasar tranquilamente los límites de lo legal y eligieron seguir siendo unos chetos evasores en otros lados. Pero esta mina tuvo un exceso de desfachatez.


   The rat es la chonga de otro cliente nuestro que tiene varias empresas que gestionamos acá también. Al crearle su propia empresa a su jermu, él nos recomendó como estudio porque evidentemente confía en nuestro trabajo, y la mina nos tomó. Al principio todo bien, porque era una empresa chica, tenía pocas cosas y todo se hacía a un ritmo normal. Pero al tiempo vinieron los problemas.


   A juicio personal, el problema principal es que The rat es cheta. Acá van a pensar que soy una resentida o una envidiosa o esas pelotudeces que la gente dice cuando tenés problema con alguien; mirá si voy a envidiar a una cheta, prefiero ser pobre antes que tener plata y vivir en una realidad paralela. Mientras más cheta sos, más rata sos también y no sólo te creés mejor que los demás sino que además desarrollás un sentido de auto-victimización en el cual, en tu mente, todos se quieren aprovechar de vos. 


   Mientras su empresa crecía, también crecían las boludeces que compraba a nombre de la empresa y pretendía pasar por gastos de la misma. Y todo bien, yo te los paso, pero si cae una inspección a cuestionarte las 25 compras en Zara que tuviste el mes pasado no te cree nadie que son regalos empresariales, yo te avisé. Una vez nos mandó la factura de UN LAVARROPAS y le dijimos mirá, me parece que no conviene tomar esto, y nos dijo "ay, qué mi empresa no puede comprar un lavarropas?", y, si tu empresa es papelera ME PARECE QUE NO TIENE MUCHO SENTIDO. Siempre que mandaba estas compras le consultábamos a mi jefa si las tomábamos y nos decía que sí porque sino después la mina lloraba que no le tomamos tal factura.

   Más adelante se instaló un sistema para facturar las ventas que te generaba facturas un poco más lindas que las que hace AFIP, el tema es que no sabía facturar. Todos los meses facturaba alguna venta mal y terminaba haciendo otras facturas para corregirlas y notas de crédito que también estaban mal. Encima nos las tenía que mandar porque teníamos que ver el concepto facturado y, como eran de un sistema aparte, no las podíamos ver en detalle en AFIP. Todos los meses le faltaba mandar varias y al final casi le tenías que rogar que te las mande o directamente inventar, porque no te daba bola. Una época decidió mandar todo lo que necesitábamos para liquidar impuestos en carpetas de Drive, NUNCA nos habilitaba el acceso, o mandaba mal el link, o te mandaba sólo un archivo. Y digo yo, ¿tan difícil es hacerte en el escritorio una carpeta con el nombre del mes, guardar ahí todas las facturas y adjuntarlas en un mail? Encima siempre los mandaba al mail equivocado, capaz yo tenía que empezar a trabajar con lo suyo y no podía empezar porque le mandaba a alguna de mis compañeras y ellas no me lo reenviaban porque son re colgadas; SI SABÉS QUE SIEMPRE TE GESTIONA LAS COSAS OLIVIA MANDÁ A OLIVIA ARROBA ESTUDIO, NO A MARGARITA ARROBA ESTUDIO, MARGARITA NO TE ESCRIBIÓ UN MAIL EN SU VIDA.


   Existe un concepto que a mí me cuesta poner en palabras pero que sirve para describir ciertas características de algunas personas: se nota cuando no tuviste un problema real en tu vida. Y esto se veía mucho en esta mina, que cuestionaba boludeces y lloraba demasiado por todo. Siempre que mi jefa le aumentaba el honorario ella se quejaba (y bardeaba a mi compañera, que no era la responsable de aumentar el honorario sino que solamente se lo mandaba por mail). Según ella, no correspondía que le aumenten porque no le estábamos dando ningún servicio nuevo. Madre, si cuando empezaste te cobraban 5 mil pesos no podés pretender seguir pagando lo mismo 3 años después porque ahora con esa plata compramos nomás el paquete de yerba que compartimos entre todas. Mi jefa al principio le tuvo piedad y, por mucho tiempo, le cobró muy poco; hasta que se hizo insostenible. Y un día The rat directamente le dijo que se iba a otro estudio porque este era muy caro. Yo cuando me enteré de esto pensé EL TUPÉ. A mí se me caería la cara de vergüenza si fuese una cheta cuyo único mérito fue que mi novio me ponga una empresa y se me diera por cuestionar lo que cobra una profesional, que se formó por años y paga los sueldos de gente capacitada, que siempre me gestionó todo bien. Mirta le dijo nos vimos en Disney e inmediatamente arregló para devolverle todo lo suyo que había en el estudio. De hecho cuando me enteré de todo esto le dije a Mirta "igual era alta rata esa" y ella, que no suele hablar mal de ningún cliente por más desagradable que sea, me dio la razón.


   El mayor tupé, sin embargo, fue cuando hace un par de semanas me cae un mail de The rat pidiéndonos que le devolvamos los libros contables actualizados hasta la fecha. POR FAVOR. Andá a que te los copien en tu estudio nuevo, gila.