sábado, 29 de mayo de 2021

Breve escena

 Un día normal en un grupo de whatsapp normal. Los estudiantes discuten notas de parciales, textos que deben leer, horarios de las clases. De repente, alguien envía un link: un video del centro de estudiantes, en el cual plantean proponer al decano de la facultad una modalidad de clases presenciales y clases virtuales simultáneamente, opciones entre las cuales los alumnos podrán elegir según su preferencia. Esta noticia genera un debate entre los miembros del grupo.


ALUMNO 1: Muy bueno eso de que cada uno decida si ir presencial o ir virtual.

ALUMNO 2: Creo que no pasa por lo que quiera cada uno, sino que pasa por una situación de emergencia nacional. La presencialidad contribuye a los contagios y, personalmente, me resulta increíble que se esté proponiendo volver a la "normalidad" con más de 40.000 casos diarios.

CARLOS: Que se vacunen todos y se dejen de joder.


Todos los ALUMNOS rompen en llanto y aplausos: CARLOS, con su infinito conocimiento y capacidad de análisis y razonamiento, les acaba de brindar la solución a todos los problemas de la actualidad.


TELÓN

miércoles, 26 de mayo de 2021

Sed de atención

 La gente que llama la atención está presente en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Al ser una persona introvertida cuyo mayor sueño siempre fue el poder ser invisible, la necesidad que tienen algunas personas de ser observadas por los demás es algo que va más allá de mis capacidades comprensivas. Mi idea para este post es describir a este tipo de personas (en su mayoría insoportables), por lo menos las que pasaron por mi vida.


Cohete en el orto: siete de la mañana, el aula está tranquila y de repente entra este ser, este ser detestable que necesita gritar para existir. El profesor todavía no llega, todo está en silencio, todos los pibes estamos dormitando sobre nuestras mochilas. 

Y llega anunciando:

"LA CONCHA DE LA LORA TENGO SUEÑOOOO"

Y uno piensa "a quién carajo le importa??", pero para esta persona es importante que todo el mundo sepa que tiene sueño. Una amiga le dice callate boluda, ante lo cual Cohete en el orto responde CERRA EL ORTO VOS WACHA.

Y así pasan los días de convivencia forzosa con este espécimen, que se ve motivado a gritar para llevar a cabo la comunicación básica humana, aunque no sea necesario. También puede realizar otras acciones, tales como discutir con profesores porque la cambian de asiento para que se calle y pararse a zapatear sobre las mesas.


Lo sé todo: este es el tipo de persona que hizo TODO en la vida y se la pasa corrigiendo a los demás, porque sabe todo. Desde la formación del equipo de 1974 de Peñarol hasta qué quiso decir exactamente Marx en El capital (conocimiento clave para tener debates que a todos les chupan un huevo con el profesor en medio de la clase), esta persona tiene tal cantidad de conocimientos almacenados en su cerebro que su cabeza es más grande que la del ser humano promedio, producto del crecimiento de su cerebro, que late cada vez que intenta recordar algo para generar discusión. 

No importa que Lo sé todo sea un pibito de 19 años cursando Semiología por primera vez en su vida: ya que su cerebro creció por leer posts de curiosidades en Taringa a los 11 años, mira hacia abajo al discutirle al profesor que está equivocado al decir qué es lo que significa el signo para Saussure, todo desde su pedestal de superioridad imaginario.


Payaso: el Payaso es el típico ser que, si no hace un chiste o comentario gracioso en todo momento, se marchita y muere como la planta que te olvidaste de poner al sol. Su fotosíntesis es generar risas, pero por lo general genera un "ja" minúsculo, que pronuncia alguien por lástima para que su esfuerzo no pase sin pena ni gloria. Es que, para él, no existe ocasión que no pueda ser mejorada por algún comentario suyo; ya sea que se esté hablando del holocausto o de tu infancia en Siria. 


Sacrificio: este es el tipo de persona que te va a contar una y mil veces todos los sacrificios que hace día a día para vivir. Empieza de a poco, contando cómo le cuesta a veces estar presente en las clases porque se le superponen los horarios, pero progresivamente va escalando hasta llegar al punto en que 150 desconocidos conocen más de su vida que de la materia que están estudiando. Primero te enterás que su marido no ayuda con nada en la casa (cuestión que introdujo oportunamente cuando se discutía un tema relacionado en la clase), después que tiene dos trabajos porque su marido parásito tampoco trabaja, lo cual le dificulta estudiar; a los dos días sabés toda su vida y la de su familia extendida. A pesar de haber mencionado 50 veces que tiene hijos, considera que es necesario decir "porque yo soy mamá..." cada vez que participa, por si alguien de casualidad no la escuchó. Y, si por casualidad lo olvidaste, también aparece en las videollamadas con la cámara apuntando hacia el cochecito del nene que está al lado suyo jugando mientras toma apuntes.


Complejo de influencer: esta gente surgió gracias a las redes sociales, lo cual es un punto en contra para todas. Se levantan y comparten una foto del matecocido con pan quemado que están desayunando, que yo no te digo que no hagas un par de veces, porque la felicidad y el deseo de compartirla también pueden estar en ese matecocido; pero estas personas lo hacen TODOS los días, para sus 107 seguidores. A lo largo de la jornada, suben a instagram historias hablándole a la nada sobre cómo el tren venía lleno, la fila del supermercado era muy larga, el regalo de cumpleaños que le piensan comprar a la tía Pochola o cómo todas las personas que la rodean le tienen envidia y le quieren hacer daño. En el medio van intercaladas imágenes de NO SABÍA QUÉ PONERME Y ME PUSE FELIZ!!! y LEVANTA LA CABEZA REINA QUE SE TE CAE LA CORONA. Antes de dormir, va  la obligatoria foto en tanga diciendo buenas noches.


Conclusión:

Los odio.


lunes, 24 de mayo de 2021

Hola

 Debo tener bajo mi poder 10 o más blogs cuya existencia olvidé hasta que, al entrar a blogger, me reencontré con ellos. Escribo desde hace mucho y he tenido seguidores en mis blogs de la pubertad y la adolescencia, pero me da vergüenza seguir volviendo ahí cada tanto y que queden entremezclados posts de cuando mis problemas eran la profesora de educación física de 2do año con otros de cuando volvía llorando de la facultad después de desaprobar un final. Tuve un par de blogs con lectores, y muchos otros que nadie conoció, todos hechos con distintos mails y seudónimos para preservar el misterio; con un contenido más poético/depresivo y que justamente oculté pensando "no sé si quiero que me conozcan TANTO"  


Cuando era pibita, escribía sobre mi vida cotidiana. Y era divertido. Volvía de la escuela con ganas de escribir sobre ese compañero boludo que vivía intentando llamar la atención, o me quejaba de las veces que salía medio obligada de mi caparazón para interactuar con personas en situaciones horribles; pero me reía mucho escribiendo. De chica quería ser escritora (uno de mis tantos sueños frustrados), y escribir blogs fue lo más cercano que tuve a eso. El tiempo que no escribí en internet lo hice en diarios íntimos, con instrucciones de ser incendiados en caso de que mi vida llegue inesperadamente a su fin, así que la mayor parte de mi vida está registrada y dispersa por ahí. 


¿Para qué o quién escribo? Nadie lee blogs hoy, o tal vez unos pocos nostálgicos; el presente son los influencers, los canjes, meterse en puterío, cancelar y descancelar personajes. Yo no sirvo para eso, me gustan las palabras pero me cuesta mucho hablar y mostrar mi cara, y saber que los demás me ven. Tal vez escribo para mí. Y está bien. 


Mi gran desafío es tener constancia. Cada tanto me deprimo, me olvido de las cosas que me gustaba hacer e intento distraerme mirando Floggers TV para pasar el rato sin pensar. Ahora se viene el fin del mundo y estamos encerrados, nada tiene mucho sentido; pero espero poder volver a lo que consideraba cotidiano (como viajar en el tren pegada a la axila de alguien o al lado de niños que te arrojan migas de galletitas) para tener algo de qué quejarme, que es mi motor para escribir, porque quejarse le da sentido a nuestras vidas.


¿Cuánto tiempo duraré con este blog? No lo sé. Espero que sea bastante, como aquellos blogs de mis años mozos. Siempre me es difícil empezar de nuevo, porque sigo siendo la misma boluda; de hecho ahora me siento una boluda y me digo A QUIÉN LE ESTÁS HABLANDO, PEDAZO DE FANTASMA. Pero bueno, hay cosas que no cambian. Como la boludez y compartir cosas con la interné.