viernes, 12 de julio de 2024

   Hay unos clientes, una empresa, que a mí nadie me va a sacar la idea de que sencillamente son tarados. Todos, desde el director hasta los empleados. Para trabajar ahí no te piden currículum, te piden ser tarado y te contratan. Y eso que cada vez que hay que pedirles algo se les explica de la manera más detallada posible, pero gracias a alguna constelación divina terminan entendiendo siempre cualquier cosa.


   La otra vez le manda mensaje a mi jefa una de las empleadas de administración (creo) pidiendo si le podemos solicitar la autorización para imprimir remitos. Mirta me comunica el pedido, a lo que yo le digo "decile que te diga el punto de venta y la cantidad que va a necesitar así se lo solicito"


   Pasa un rato y la chica directamente me manda un whatsapp al celular de la oficina, haciendo el mismo pedido. Yo, armada de una sabiduría que me permite explicar las cosas de la manera más explícita y completa posible, le digo lo siguiente: "Buenas tardes, decime para qué punto de venta genero el pedido y qué cantidad de remitos van a necesitar imprimir".


   La respuesta esperada:

   Punto de venta 10 y cantidad 500.


   La respuesta recibida:

   Los puntos de venta que usamos son el 25 para factura electrónica y el 19 para factura común, y vamos a necesitar imprimir cuatro talonarios.


   ¿Cómo hacés para responder una pregunta tan simple con un jeroglífico del manuscrito de Voynich? Yo no lo sé, pero los empleados de esa empresa sí. Tal vez haya una inteligencia superior en su estupidez, pero soy una simple mortal que no logra comprenderlos.


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