viernes, 12 de julio de 2024

   Hay unos clientes, una empresa, que a mí nadie me va a sacar la idea de que sencillamente son tarados. Todos, desde el director hasta los empleados. Para trabajar ahí no te piden currículum, te piden ser tarado y te contratan. Y eso que cada vez que hay que pedirles algo se les explica de la manera más detallada posible, pero gracias a alguna constelación divina terminan entendiendo siempre cualquier cosa.


   La otra vez le manda mensaje a mi jefa una de las empleadas de administración (creo) pidiendo si le podemos solicitar la autorización para imprimir remitos. Mirta me comunica el pedido, a lo que yo le digo "decile que te diga el punto de venta y la cantidad que va a necesitar así se lo solicito"


   Pasa un rato y la chica directamente me manda un whatsapp al celular de la oficina, haciendo el mismo pedido. Yo, armada de una sabiduría que me permite explicar las cosas de la manera más explícita y completa posible, le digo lo siguiente: "Buenas tardes, decime para qué punto de venta genero el pedido y qué cantidad de remitos van a necesitar imprimir".


   La respuesta esperada:

   Punto de venta 10 y cantidad 500.


   La respuesta recibida:

   Los puntos de venta que usamos son el 25 para factura electrónica y el 19 para factura común, y vamos a necesitar imprimir cuatro talonarios.


   ¿Cómo hacés para responder una pregunta tan simple con un jeroglífico del manuscrito de Voynich? Yo no lo sé, pero los empleados de esa empresa sí. Tal vez haya una inteligencia superior en su estupidez, pero soy una simple mortal que no logra comprenderlos.


viernes, 28 de junio de 2024

Los chabones II

   Un día, totalmente al pedo, estaba con mi mejor amigo en mi casa y nos pusimos a revisar tinder para reírnos un rato. Su tinder, porque yo no uso eso; yo soy una planta y a mi energía la gasto haciendo la fotosíntesis. Había perfiles raros raros: gente que promocionaba que vendía "contenido" (fotos en pelotas a cien pesos), gente que de foto tenía un grupo de 27 personas y vos tenías que adivinar quién de todos era, gente que vendía falopa, gente muy evidentemente reprimida, y otros etcéteras.

   Yo le pregunté si alguna vez salió con alguien que haya conocido por ahí y me dijo que no, que lo tiene para gatear (o sea, hacerse el lindo un rato para subirse el autoestima sin llegar a nada). Me dijo que el mundo gay es extraño y tiene diferentes personajes que al final terminan cayendo todos masomenos en los mismos estereotipos, pero que a la gente heterosexual le suele funcionar, aunque también imaginamos que en esa esfera hay gente igualmente rara. 

   Entonces tuvimos una idea genial para boludear: yo me iba a hacer un perfil en una app de citas para ver qué onda los hombres heterosexuales, sin necesidad de que yo matchee (¿se dice así? Qué se yo, soy vieja) con nadie si no quería. Le dije que lo iba a tener una semana, recopilaría la gente más extraña que encontrara y después eliminaría mi perfil. Entonces, me instalé una aplicación y empezó mi aventura. Igual no me instalé tinder, porque es la más popular y si me llega a ver ahí alguien que conozca en la vida real me suicido.

   Me instalé una que me pareció más humana, y que prometía que te emparejaba por la compatibilidad entre tipos de personalidades y/o signos del zodíaco (o sea esas boludeces en las que cree la gente cornuda). Y antes que nada aclaremos que yo soy ultra reacia a estos sitios, porque me parece horrible entrar a una aplicación, tratar de venderte como si fueses un producto y que otros haciendo lo mismo elijan descartarte o "comprarte" tal vez exclusivamente en base a tu apariencia, convirtiendo a la conexión con otros seres humanos en un simple acto automatizado dictado por un algoritmo. Y bueno, qué se yo, mi etapa de quinceañera hippie que escuchaba a todos los artistas que estuvieron en Woodstock moldeó un poco mi personalidad y mi manera de ver la vida, soy esto. Cuestión que puse un par de boludeces sobre mí, unas fotos de hace un par de años (clave una foto de hace 6 años cuando tenía otra cara y otro color de pelo y una foto con una mascota cubriendo la mitad de mi rostro) y esperé que suceda lo interesante.

   Lo primero a destacar es que hay que pagar para absolutamente todo. ¿Querés ver quién te puso like? Pagá. ¿Querés ver más de 25 perfiles en un día? Pagá. ¿Querés la paz mundial? Pagá. Y así con todo. Es lo primero que le quita el aspecto de humanidad al hecho de estar ahí para supuestamente conocer gente piola.
   Lo segundo es que, por medio de un test onda los que me venían en la revista Popstar que leía a los 10 años, determinaron mi tipo de personalidad. Y poniendo mi fecha de cumpleaños ya tenían mi signo; entonces en tu perfil se armaba un apartado que indicaba tu tipo de personalidad y signo del zodíaco y te describía como una persona activa, optimista y tolerante, cuando en realidad estás tirada en tu cama pensando que todos son unos estúpidos y que la vida es una mierda. El resto fue escribir una pequeña introducción sobre mí contando cosas básicas. Entonces redacté lo más básico y descriptivo de mi persona, que es no tolero libertarios y me gusta la música, en unas frases un poco más adornadas. Igual sentía que nadie iba a leer eso, y creo que así fue.

   En las primeras horas me cayeron un montón de likes, y yo no lo podía creer porque realmente para la gente normal yo soy recontra aburrida. Entonces quise entrar a ver quiénes me ponían like para ver si encontraba algún bizarro, pero TENÍA QUE PAGAR PARA VER ESO. Y después me di cuenta que tenía seguidores, y que varios que te ponen like automáticamente te siguen también. Y ahí empezó la verdadera fiesta. Viendo a la gente, a los hombres concretamente, esos seres con los que nos repelemos mutuamente, saqué varias conclusiones que posteriormente debatí con mi amigo y que detallo a continuación:

  1. La mayoría ni se esfuerza. Porque yo estaba ahí para boludear y hacer un análisis sociológico, pero para que no crean que era un bot o un holograma le puse un poco de onda a mi descripción. Pero había UN MONTÓN que en la descripción ponían "no sé qué poner acá jaja", o "no quiero nada serio", o "me hice esto para ver qué onda", nada más!!! ¿Y yo cómo sé que no sos un alien o alguien que está buscando meterme en la trata de personas? ¿Tanto te cuesta redactar una oración simple como "hola soy Tincho, tengo 24 años y me gusta el fulbo"?
  2. El 95% de los tipos ponen fotos suyas en cuero frente al espejo pensando que así van a atraer más mujeres, con eso sólo logran que creamos que son unos pelotudos bárbaros.
  3. Los hombres tienen, en total, tres intereses: ver anime, jugar videojuegos e ir al gimnasio. Nada más. No sé si es porque los que usan esa app son todos otakus-gamers-gymbros, si todos los hombres del sigo XXI en general comparten las mismas características, o si yo en particular atraigo a ese tipo de personas, lo cual es preocupante.
  4. Un gran porcentaje de hombres buscaba una mina que sea su accesorio. "Busco una chica que me acompañe a ver mis animes preferidos", "busco una compañera para jugar al LOL" bueno flaco, yo busco a alguien que me acompañe al Coto a ver los precios de los electrodomésticos y decir "qué caro que está todo" como las viejas. ¿Si yo pongo eso te atraigo de alguna manera? No! ¿Qué te hace pensar que diciendo que buscás una mina únicamente para que te segundee en todas las boludeces que ya hacés solo todos los días de tu vida va a hacer que alguna diga "uh, sí, unas ganas de salir con Santi para verlo jugar a la play todo el día!"?
  5. No les puedo explicar la cantidad de chabones cuya única foto era haciendo cosplay, mostrá tu cara normal por el amor de dios!

   Creo que lo más gracioso (o deprimente) fue que, en mi semana de investigación, no encontré a ninguno que me haga pensar "si no estuviese haciendo esto en joda tal vez me gustaría conocer a esta persona porque parece interesante y nos podríamos llevar bien". NI UNO. El mundo de las relaciones interpersonales no es para mí y dios la re pegó en hacerme antisocial.

   Para cerrar voy a poner una pequeña lista de lo peorcito con lo que me crucé en cuanto a descripciones de uno mismo:
  • "Vemos una maratón de Harry Potter? O tal vez nos desvelamos en una noche gaming"
  • "Soy una persona a la que le gustan las mujeres femeninas y suelo ser bastante entretenido, y me gustan las mujeres lindas de preferencia, sé que pido mucho pero gustos son gustos"
  • "Estoy aprendiendo a tocar la guitarra pero soy malísimo. Soy malo para hablar o mantener una conversación. Cuando estoy con alguien me la paso callado. No tengo amigos y soy feo"
  • "NO TENGO PLATA NI NADA PARA OFRECERTE, NADA MÁS MI HERMOSA PERSONALIDAD, YO SÉ QUE TE VA A ENCANTAR. NO TENGO NINGUNA ETS. SI ME BOLUDEAS CAGATE"
  • "Tengo intereses BDSM y swinger" y de foto tenía JUGUETES SEXUALES.

martes, 28 de mayo de 2024

The rat

    Hay una clienta del estudio que, como hace poco es ex clienta, no me hace sentir culpable el querer contar brevemente su historia.


   Ex clientes hubo muchos y, si bien no son clientes míos, me da cierta bronca cuando se van porque acá se trabaja bien, mandamos las cosas a tiempo y rara vez hay alguna queja sobre nuestro modo de trabajo; y también porque obviamente un cliente que se va significa un honorario menos y una pérdida para nuestra jefa y, en consecuencia, retrasos en nuestros posibles aumentos de sueldo hasta que se incorpore algún cliente nuevo que vuelva a estabilizar la situación. Algunos se fueron porque vendieron sus empresas, otros fallecieron, otros eran muy complicados de manejar y tuvimos que romper relaciones mutuamente para preservar nuestra paz, y otros pretendieron que gestionemos alguna evasión demasiado guasa como para pasar tranquilamente los límites de lo legal y eligieron seguir siendo unos chetos evasores en otros lados. Pero esta mina tuvo un exceso de desfachatez.


   The rat es la chonga de otro cliente nuestro que tiene varias empresas que gestionamos acá también. Al crearle su propia empresa a su jermu, él nos recomendó como estudio porque evidentemente confía en nuestro trabajo, y la mina nos tomó. Al principio todo bien, porque era una empresa chica, tenía pocas cosas y todo se hacía a un ritmo normal. Pero al tiempo vinieron los problemas.


   A juicio personal, el problema principal es que The rat es cheta. Acá van a pensar que soy una resentida o una envidiosa o esas pelotudeces que la gente dice cuando tenés problema con alguien; mirá si voy a envidiar a una cheta, prefiero ser pobre antes que tener plata y vivir en una realidad paralela. Mientras más cheta sos, más rata sos también y no sólo te creés mejor que los demás sino que además desarrollás un sentido de auto-victimización en el cual, en tu mente, todos se quieren aprovechar de vos. 


   Mientras su empresa crecía, también crecían las boludeces que compraba a nombre de la empresa y pretendía pasar por gastos de la misma. Y todo bien, yo te los paso, pero si cae una inspección a cuestionarte las 25 compras en Zara que tuviste el mes pasado no te cree nadie que son regalos empresariales, yo te avisé. Una vez nos mandó la factura de UN LAVARROPAS y le dijimos mirá, me parece que no conviene tomar esto, y nos dijo "ay, qué mi empresa no puede comprar un lavarropas?", y, si tu empresa es papelera ME PARECE QUE NO TIENE MUCHO SENTIDO. Siempre que mandaba estas compras le consultábamos a mi jefa si las tomábamos y nos decía que sí porque sino después la mina lloraba que no le tomamos tal factura.

   Más adelante se instaló un sistema para facturar las ventas que te generaba facturas un poco más lindas que las que hace AFIP, el tema es que no sabía facturar. Todos los meses facturaba alguna venta mal y terminaba haciendo otras facturas para corregirlas y notas de crédito que también estaban mal. Encima nos las tenía que mandar porque teníamos que ver el concepto facturado y, como eran de un sistema aparte, no las podíamos ver en detalle en AFIP. Todos los meses le faltaba mandar varias y al final casi le tenías que rogar que te las mande o directamente inventar, porque no te daba bola. Una época decidió mandar todo lo que necesitábamos para liquidar impuestos en carpetas de Drive, NUNCA nos habilitaba el acceso, o mandaba mal el link, o te mandaba sólo un archivo. Y digo yo, ¿tan difícil es hacerte en el escritorio una carpeta con el nombre del mes, guardar ahí todas las facturas y adjuntarlas en un mail? Encima siempre los mandaba al mail equivocado, capaz yo tenía que empezar a trabajar con lo suyo y no podía empezar porque le mandaba a alguna de mis compañeras y ellas no me lo reenviaban porque son re colgadas; SI SABÉS QUE SIEMPRE TE GESTIONA LAS COSAS OLIVIA MANDÁ A OLIVIA ARROBA ESTUDIO, NO A MARGARITA ARROBA ESTUDIO, MARGARITA NO TE ESCRIBIÓ UN MAIL EN SU VIDA.


   Existe un concepto que a mí me cuesta poner en palabras pero que sirve para describir ciertas características de algunas personas: se nota cuando no tuviste un problema real en tu vida. Y esto se veía mucho en esta mina, que cuestionaba boludeces y lloraba demasiado por todo. Siempre que mi jefa le aumentaba el honorario ella se quejaba (y bardeaba a mi compañera, que no era la responsable de aumentar el honorario sino que solamente se lo mandaba por mail). Según ella, no correspondía que le aumenten porque no le estábamos dando ningún servicio nuevo. Madre, si cuando empezaste te cobraban 5 mil pesos no podés pretender seguir pagando lo mismo 3 años después porque ahora con esa plata compramos nomás el paquete de yerba que compartimos entre todas. Mi jefa al principio le tuvo piedad y, por mucho tiempo, le cobró muy poco; hasta que se hizo insostenible. Y un día The rat directamente le dijo que se iba a otro estudio porque este era muy caro. Yo cuando me enteré de esto pensé EL TUPÉ. A mí se me caería la cara de vergüenza si fuese una cheta cuyo único mérito fue que mi novio me ponga una empresa y se me diera por cuestionar lo que cobra una profesional, que se formó por años y paga los sueldos de gente capacitada, que siempre me gestionó todo bien. Mirta le dijo nos vimos en Disney e inmediatamente arregló para devolverle todo lo suyo que había en el estudio. De hecho cuando me enteré de todo esto le dije a Mirta "igual era alta rata esa" y ella, que no suele hablar mal de ningún cliente por más desagradable que sea, me dio la razón.


   El mayor tupé, sin embargo, fue cuando hace un par de semanas me cae un mail de The rat pidiéndonos que le devolvamos los libros contables actualizados hasta la fecha. POR FAVOR. Andá a que te los copien en tu estudio nuevo, gila.


lunes, 25 de marzo de 2024

Los chabones

    Los chabones son, a mi criterio, una especie rara. Las minas somos complicadas también, pero los chabones me son más desconocidos porque he tenido pocas interacciones con ellos. Tengo amigos hombres, son diferentes entre sí y me llevo bien, pero como amistad. Yo no sé si en un tipo de relación más íntima, por ejemplo, de convivencia, terminaría odiándolos, y mejor no saberlo.


   La razón es que nunca me llamaron mucho la atención. De joven, cuando iba a la primaria y secundaria, ante mis ojos eran monos que se divertían cagándose a palos entre sí y haciendo comentarios obscenos sobre cualquier compañera medianamente linda. Yo, al ser gorda y poco agraciada, nunca entré en su radar y tuve una convivencia bastante amena al ser repelida por ellos.

Pero esto también pasó porque en la adolescencia yo estaba en mi mundo, mi mundo autista: mi pasión eran las bandas de rock de los 70 y pasaba la mayoría de mi tiempo obsesionada con buscar fotos y videos, descargando y escuchando sus discos y forjando amistades por internet con otras chicas de diversas partes del mundo que compartían mis pasiones. Para mí los hombres eran estos músicos de los que yo era fanática y mi relación parasocial con ellos era muy importante, ya que encontraba contención en sus canciones y los veía como referentes. Entonces, mi objetivo supremo era ir a un recital de ellos cuando vinieran a mi país y que me firmen un cd. Todo mi amor por ellos jamás sería recíproco, pero sería compensado de esa manera, con una interacción que significaría el mundo para una joven admiradora. Estos músicos eran, a mi criterio, la cúspide del género masculino: artistas con almas sensibles en particular que estaban presentes para mí acompañándome por medio de su arte. Todos los demás eran simplemente pibes, no existían, eran aburridos y no me interesaban, así como yo no les interesaba a ellos.


   Para la mayoría de mis amigas o conocidas, las cosas eran diferentes. Yo era la rara que era fan de viejos, y ellas eran normales. A ellas les gustaban los chicos, querían tener novio, capaz algún pibe en particular las cortejaba y ellas le daban bola porque les cayó del cielo y era su oportunidad de experimentar el amor adolescente. Para mis amigas, si a mí me llamaba la atención un chico era un milagro, que igual quedaba en la nada porque mi timidez y mis trastornos mentales me impedían siquiera soñar con intercambiar una palabra con ellos. A los pocos que me llegaron a gustar los admiraba desde lejos hasta que la atracción moría eventualmente. Mis amigas, en cambio, se obsesionaban con estos pibes como yo me obsesionaba por las bandas de viejos. Y en un punto, toda su existencia giraba en torno a ellos: maquillarse, vestirse de cierta manera, ir a fiestas, todo con el fin de llamar la atención del que les gustaba. Ellas los veían, sentados sobre los pupitres, con los pantalones arremangados, con sus piernas abiertas casi al punto de formar un ángulo de 180 grados, sacándose un moco y pegándolo en la pared, e igualmente pensaban "sí, él es perfecto para mí". Todas han sufrido por un novio y las he acompañado en esos momentos: cuando se separaban, cuando volvían, cuando se separaban de nuevo y volvían a juntarse; y pensaba "¿realmente disfrutan esto?".


   Creo que me enamoré un par de veces en mi vida: una, de un chico gay; y la otra de un pelotudo. De estos acontecimientos aprendí que valoro mucho mi paz y que, mientras pueda vivir sin alteraciones a mi salud mental, seguiré eligiendo eso por sobre todas las cosas. Cuando mi psicóloga me pregunta si en mi futuro me veo conviviendo con alguna pareja, yo le digo que ojalá no, ella me mira como alarmada y yo entonces le digo que es un chiste para que se quede tranquila, pero que yo no busco nada y si en algún momento aparece alguien con quien nos toleremos mutuamente ya veré; las personas con ansiedad vivimos el día a día porque si pensamos en el futuro nos agarra un brote psicótico con delirio místico. En realidad yo no le veo nada malo a mi estilo de vida, pero las personas traumadas nos manejamos de maneras que sólo nosotras mismas entendemos y si nos sirven estamos bien.


   El tema es que, en un par de ocasiones, han caído algunos a intentar alterar el curso normal de mi vida y yo me vi en la obligación de ahuyentarlos antes de llegar a un punto crítico. Ya relaté las veces que mis amigas me quisieron hacer gancho con pibes que, según ellas, eran ideales para mí. El tema es que, que sean ideales para mí, implicaba un mensaje subliminal de "es el único chabón lo suficientemente desesperado como para darle bola a cualquier mina que le presentes". Ninguno duró más de 24 horas en una conversación conmigo.


   El último aparecido merece reconocimiento, tanto por durar un poco más que los demás como por el nivel de desagrado que me generó. Todo empezó en instagram, una red social del mal que tengo sólo porque disfruto de ver las fotos que comparten mis amistades y mis artistas favoritos. El problema es que es una red social y la gente interactúa, y así se generan situaciones como esta.

 

   Un día, alguien a quien seguía compartió en sus historias un meme bardeando al energúmeno que nos gobierna. Yo, siendo una acérrima opositora de este gobierno, le di like a lo que compartió. Es un gesto en modo de apoyo, de expresar tácitamente "estoy de tu lado", sin mucho significado. Y a los 2 minutos me llega un mensaje de este pibe (a quien a partir de ahora llamaremos El goma) con un "hola" a secas.

Lo primero que pasó por mi mente fue: 🤌. Pero fue porque normalmente me cuesta la interacción social. Después pensé un poco y me dije "bueno, le voy a responder, capaz quiere charlar y odiar al gobierno con alguien". Este es un error que cometo muchas veces creyendo que le debo simpatía a la gente porque sino "quedo mal". Cuestión que intercambiamos algunos mensajes el resto del día, nada digno de destacar, y en un momento el pibe dejó de responder. En ese momento me quedé tranquila porque asumí que en esa corta conversación él concluyó en que soy una persona aburrida y todo moriría ahí, así que me fui a dormir en paz.

 

   Al día siguiente me despierto con una notificación de El goma, que no sólo me respondió lo último que le mandé, sino que lo hizo con un audio. Ahí dije uh, qué paja escuchar un audio, y lo dejé para después. El resto del día estuve ocupada, porque era la semana de navidad y tuve que ir a hacer muchas compras y preparar mucha comida, así que no estuve pendiente del teléfono. A eso del mediodía me vuelve a llegar un mensaje de El goma, en el cual me escribió "hablame que me aburro", y yo igualmente le respondí cuando se me cantó el ojete. Luego me aclaró que me había escrito temprano para proponerme que hagamos algo. Y ahí mi cabeza me repitió en loop todas las advertencias y precauciones que tenemos las minas para evitar despertar en una zanja, que empiezan en no salir solas con desconocidos. Le dije que no podía porque justo (justo, como si dijera "qué desgracia que justo estoy ocupada y me pierdo de conocerte") estaba muy ocupada en esta época de fiestas de fin de año, y me dijo que me invitaba a hacer algo esa misma noche con un "dale, yo sé qué podés, no seas aburrida". Y a mí no me podés correr con un no seas aburrida porque te puedo demostrar de todas las maneras posibles que sí, soy re aburrida y no me cabe una, y si no te gusta te podés ir cuando quieras que nadie te llamó. Igual, al leer ese mensaje, todas mis alarmas internas sonaron. Pensaba decirle directamente "mirá, no te conozco", ¿pero cómo le explicás a un tipo que ni siquiera entiende que hay que conocer a alguien por cierto tiempo para que haya la confianza suficiente que les permita querer verse personalmente que, aunque tengas 24 años, no salís sola de noche sencillamente porque no te gusta? Le reiteré que no podía, que capaz otro día. Y el capaz es muy importante, porque desde un principio expresa una duda, una intención de que no suceda y que el otro debe saber leer como un rechazo sutil y educado. 


   Todo esto, en simultáneo, se lo relataba a un amigo esperando que entendiera mi horror. Mi amigo me dice muy seguido que soy muy cerrada, que tengo que conocer gente porque sino me pierdo de vivir ciertas experiencias y blablabla. Y él, obviamente, me dijo que estaría bueno que yo accediera a salir en otro momento con El goma "para ver qué onda", porque tal vez me estaba perdiendo de conocer a alguien re interesante y divertido y después me iba a arrepentir, que en una de esas me terminaba gustando. Y algo que la gente normal no entiende es que a mí cuando me gusta alguien es únicamente porque su personalidad me parece interesante. Podés ser Brad Pitt, pero si no tenés contenido como persona no me vas a atraer de ninguna manera. Este pibe apareció de la nada y de hecho yo ni siquiera recordaba seguirlo en instagram porque me parecía aburridísimo: todo su perfil consistía de fotos suyas frente a espejos y todo lo que compartía en historias eran fotos de él mismo tomando cerveza y fumando marihuana, todos los días. La única vez que percibí su existencia fue porque compartió un meme en contra del gobierno. Yo tengo demasiados intereses y si lo único que sos es la cerveza que tomás y el porro que te fumás entrás en la categoría de No Existís. Y está bien, si no sos compatible con alguien no hay problema, así es la vida, alguna otra chica verá que es un pibe fachero y le dará importancia a eso y se juntarán a ser felices tomando cerveza y fumando marihuana.

 

   Pasaron los días y la conversación con El goma no se reanudó luego de mi negativa a salir cuando a él se le cantó las pelotas. Yo no me hice problema: fue tan irrelevante como sentir una brisa acariciando tu cara en un instante del día. Como mucho podía llegar a quedar como una anécdota sobre la gente que flashea confianza a las menos de 24 horas de intercambiar un par de palabras con vos. Pero después llegó el momento desagradable, el momento en el que todo tipo muestra la hilacha y te hace cuestionarte por qué la orientación sexual no puede ser una elección para evitarte todo esto.

 

   Resulta que yo no subo muchas fotos mías, pero un día me pintó subir una foto mía a instagram, porque pintó nomás, así como me puede pintar subir una foto del cielo o de mi perro rascándose las bolas. Yo no muestro las tetas, no muestro el culo, ni siquiera muestro mi cara porque la suelo tapar con el sticker ese que te deja subir una canción porque, como toda persona insoportable a la que le gusta la música, ve cualquier ocasión como oportuna para compartir una canción que le gusta. La subí sin pensarlo mucho y mi día siguió su curso normal. 

Hasta que cayó un mensaje de El goma.


   Ahora, un pibe que quiere reanudar una conversación con alguien de su interés tiene amplias opciones: la de ser ingenioso, mandándote algún chiste o publicación graciosa para que te veas forzada a responderle y ahí sacar charla, o la de tener sentido común y simplemente decirte algo tipo "teníamos una salida pendiente" y ahí esperar a ver si la piba tiene ganas o darse cuenta de que le chupa un huevo y rendirse. Y hay un montón más que desconozco porque no estoy metida en el mundo del chamuyo. Pero este chabón eligió la peor ruta: la ruta del pajero. Entonces, al ver que se ilumina mi teléfono y en mi pantalla aparece un mensaje que dice (cito textualmente) "qué habrá abajo de toda esa ropa ♥ (comible)" la única reacción que pude tener fue una arcada.


   Y esta mínima interacción genera en una mina varios pensamientos y reflexiones: ¿son todos los chabones así de desagradables? ¿No piensan ni por un segundo que quedan mal haciéndole un comentario bastante zarpado a alguien que ni siquiera conocen? ¿Realmente les interesa conocernos como personas o sólo buscan a alguna que ande caliente y acceda a hacer lo que ellos quieran? ¿Tienen personalidades o su único objetivo en la vida es ponerla? Y varios etcétera, todos concluyendo en que, al elegir ser fan de viejos en mi adolescencia, elegí el camino correcto de por vida.


   Obviamente vi el mensaje y ni siquiera le respondí, como para que, si es que tiene la capacidad cognitiva suficiente como para generar un pensamiento algo complejo, se dé cuenta de que leí su mensaje y me pareció tan desubicado que ni siquiera quise tomarme el tiempo de darle una respuesta insultándolo, solamente de hacer una mueca de asco ante sus palabras y salir del chat pretendiendo para el resto de la eternidad que nunca interactuamos. 

   Obviamente, como todo hombre que piensa que su pene es como un Santo Grial para toda mujer y se ofende si no es así, dedicó semanas a, cada tanto, subir canciones de bandas que a mí me gustan luego de que yo haya compartido las mismas o de publicar memes con mensajes resentidos del tipo "te rechazan y después cuando te ven feliz te vuelven a buscar" o "no sabés la oportunidad de estar conmigo que te estás perdiendo".

 

   Al contrario rey, me hago un favor.


viernes, 8 de marzo de 2024

Tipos de clientes de un estudio contable

    La rompebolas: lo más probable es que ya sea vieja, factor que le agrega intensidad a su naturaleza rompebolas. Llama por teléfono cada vez que le mandás un mail porque no entiende lo que le estás mandando. Llama por teléfono incluso si no le mandaste un mail, para preguntarte por qué todavía no le mandaste lo que tiene que pagar, aunque el vencimiento sea en 10 días. Llama por teléfono para consultar cuestiones totalmente ajenas al estudio contable pensando que tenemos todas las respuestas, por ejemplo, por qué le piden que actualice la contraseña del homebanking cuando quiere ingresar. Si no atendés el teléfono no entiende que en ese momento no estás disponible o ya son más de las 5 de la tarde y no hay nadie en el estudio, ella va a seguir haciendo sonar el teléfono por 10 minutos pensando que ya la van a atender.

 

   El ordinario: se comunica exclusivamente por audios de whatsapp, ya que no posee la capacidad cognitiva necesaria para redactar una oración. En dichos audios, se olvida de que no está hablando con sus amigos del grupo de hinchas del Midland y se manda frases tipo "porque vite que con esto boludo nunca sabé" o "me mandas la constancia que esto hijo de puta siempre encuentran algo para hinchar la bola".


   La explotadora: es la vieja cuyo cerebro data del año 1910 y, por algún motivo, logró sobrevivir hasta el siglo XXI, pero conservando la forma de pensar del siglo pasado y viviendo en una realidad paralela. Por esto, la vieja cree que los empleados de su negocio son sus esclavos y cada tanto pregunta animaladas como si es obligatorio que los empleados tengan un franco todas las semanas o si es necesario aumentarles el sueldo cada tanto por más que cumplan siempre la misma función desde que los contrató en vez de incorporar tareas nuevas.


   La alien (porque vive en otro planeta): es una mina que no entiende nada de nada. Todos los meses te pregunta las mismas cosas, que no entiende, porque ni siquiera se digna a leer los mails que le mandás; pero encima tiene el tupé de cuestionar por qué el sueldo de su empleado está liquidado de tal manera, como si ella supiera lo que es la escala salarial del convenio o en qué se basa el sueldo de un empleado; simplemente ve que le tiene que pagar un poco más que el mes pasado y te dice que seguramente vos hiciste algo mal. Siempre que le mandás las boletas sindicales te pregunta qué son y por qué se las mandás si ella nunca las pagó, por más que se las estés enviando desde hace tres años.


   El Padrino: tenés tus sospechas pero nunca tenés del todo claro qué hace ni por qué te manda un mail desesperado a las 2 de la mañana preguntándote una duda urgente que lo tiene muy preocupado, y, la verdad, mejor no saber.


   El colgado: es el típico cliente que espera que vos tengas poderes mágicos para hacer algo que te pide pero que en gran parte depende de él; por ejemplo, te pide que le mandes en un PDF los comprobantes de pagos de ingresos brutos de los últimos tres meses, que aún no pagó. Cuando le avisás que al consultar figuran como períodos impagos y que te diga cuando los abone para poder enviarle lo que te pide, no te responde más. Te vuelve a escribir dos semanas después quejándose porque no le mandaste lo que te había pedido y ahora lo necesita con urgencia. Vos le reiterás que al consultar en el día de la fecha siguen figurando como impagos y no le podés mandar el comprobante de algo que no pagó, que te avise cuando lo haya pagado para poder mandarle lo que te pide. El ciclo se repite indefinidamente.


Continuará...



lunes, 20 de noviembre de 2023

Los cheques

    Hace un tiempo tengo una cuestión en el trabajo que se suma a todas las cosas que ya me hacían renegar cotidianamente.

   

   Para resumir una cuestión muy larga de explicar (?), me transfieren a mi cuenta los honorarios del estudio de unos clientes, llamémoslos X, que pagan una cantidad bastante alta. A esta plata yo, cuando la recibo, la saco del banco y se la devuelvo a mi jefa (a quien bauticé Mirta) que maneja el efectivo. Era algo simple, porque entraba a mi cuenta, veía que tenía disponible esa cantidad y el día que me tocaba ir a la oficina veía a Mirta y se la daba. Pero, como siempre, dios, el destino o lo que sea que maneje el universo, decidió complicármela un poquito más.

Ahora, a estos X les pintó mandar la plata por cheque. Cosa que me enteré después de que mi jefa me acosara todos los días preguntándome "ya te entró la transferencia de X??" y recién después de una semana les consultara a ellos si la mandaron y le dijeron que sí, que mandaron un cheque electrónico. Y me dice "fijate que dicen que mandaron un cheque", y yo re CÓMO CARAJO COBRO UN CHEQUE????!!! 


   Entonces, hice las averiguaciones pertinentes con el banco y supe que tenía que ir al cajero, sacar un papelito con un código, instalarme una aplicación en el celular, validar mi cuenta y recién ahí asociar el servicio de cheques. Hice todo esto, justo un día que estaba a los re pedos porque tenía que ir a la facultad, deposité el cheque y esperé que al día siguiente se acredite. Suena como una re pelotudez, pero el tema es que mi jefa maneja una intensidad que te remonta a la estratósfera, y de ahí derivan mis ganas de querer sacarme el cerebro por el oído con un sacacorchos.


   Al día siguiente me despierto con un mensaje de Mirta: "Olivia ya tenés disponible la plata de X??". Me fijo en el homebanking y le digo que todavía no se acreditó, me dijo que después me fije de nuevo. No hubiese tenido problema si no me hubiese preguntado lo mismo tres veces más en el día; la re puta madre, no estoy en la oficina y vuelvo a ir en dos días, para qué necesitás que se acredite ya???!!!

Al otro día, nuevamente, me pregunta si entró la plata. No, no entró todavía, querés que te pase la contraseña del homebanking así te fijás cada cinco minutos? Querés preguntarme si me robé tu plata para irme de vacaciones a Las Toninas ya que estamos?? No le dije eso pero sí le mandé capturas de pantalla del homebanking donde podía ver los movimientos y donde, claramente, en ningún momento entró una cantidad grande de plata que fue extraída y desaparecida misteriosamente pensando que mi jefa es una pelotuda y no se iba a dar cuenta. Por el amor de dios. 

Entonces Mirta, cuya ansiedad es más fuerte que ella, me dijo si tenía cerca alguna sucursal del banco para ir a consultar. Le dije que tenía una, pero que tenía que ir en un colectivo que puede venir rápido o hacerte esperarlo en la parada 40 minutos, tanto para la ida como para vuelta, y que haciendo toda esa gestión podía perder una hora o más de trabajo; que si quería podía llamar al banco a ver qué me dicen y sino mañana, el día que sí me toca ir a la oficina y puedo tener tiempo para gestionar estas pelotudeces suyas, voy a la sucursal que está ahí cerca. Entonces llamé al banco, donde me dijeron lo que ya sabía que me iban a decir: que es un servicio nuevo y el cheque puede tardar hasta 48 horas desde la fecha de cobro que estableció el emisor en acreditarse en mi cuenta. Se lo comunico a mi jefa, que me dice "ok" y, por fin, entiende que sólo queda esperar. Al otro día estuvo la plata, la retiré y se la di, nadie se murió ni ella quedó en bancarrota por esperar 48 horas.


   Pero esto no termina acá. Porque yo pensaba que esto del cheque iba a ser una ocasión única y que los clientes volverían a hacer transferencias como habían hecho siempre, pero me equivoqué, siguen con la misma modalidad de pago. Y acá la que falla es Mirta, porque si tanta urgencia tenés para cobrar esta plata, les podrías decir a X, que son TUS clientes, que hagan transferencia porque no te conviene esperar a la acreditación del cheque ya que yo, tu empleada que recibe el pago, no estoy en la oficina todos los días. Pero obviamente ella no les dice nada y prefiere acosarme cada vez que se acerca la fecha en la que tendrían que pagar para que me fije si tengo el cheque para aceptarlo y si la plata ya me entró a mi cuenta.


   La yapa es que, para Mirta, los cheques aparentemente también venían con superpoderes para que el receptor sepa cuándo le llegan, pero yo no estaba enterada. 

Un día me habla, medio cagándome a pedos, preguntando si ya tenía lo del cheque, y yo ni siquiera estaba enterada que lo habían pagado y lo tenía que aceptar, porque los empleados recontra pelotudos de X avisaron 5 días después que habían pagado. Y Mirta me dijo que yo tengo que saber que ellos pagan los jueves y fijarme si ya me mandaron el cheque, porque si me hubiese fijado el jueves pasado ella ya podría tener esa plata. Y ahí yo dije no, estamos todos locos; si ellos no avisan que ya mandaron el cheque no tengo manera de saber, porque el banco no me tira una notificación de 💥💣💥💣TENÉS UN CHEQUE💥💣💥💣, tengo que entrar a la sección de cheques que está bastante escondida en el menú del homebaking para saber que hay uno ahí esperando que yo lo acepte, entonces yo no puedo detectar con telepatía que ya me mandaron tu plata. ¿Qué es lo que harías normalmente en una ocasión así? Les escribís a los empleados de X recordándoles amablemente que por favor avisen en mismo día que mandan el cheque para que no quede pendiente. Pero no, vos pretendés que tu empleada ADIVINE cuándo te pagan tus clientes.

 


 


lunes, 30 de octubre de 2023

Vacaciones

   Hoy estoy al pedo así que voy a contar algo que me pasó hace unos meses: la primera vez que me fui de vacaciones como adulta.

 

   En diciembre del año pasado, un amigo me propuso que nos vayamos de vacaciones un fin de semana largo. El tema es que me lo propuso medio sobre la fecha, cuando ya estaban vendidos todos los paquetes turísticos y no conseguíamos lugar en ningún lado. Pero igualmente estábamos emputecidos con que queríamos ir a la costa, entonces mi amigo hizo lo que cualquier persona normal haría: comprarle a la primera empresa de dudosa procedencia y habilitación que encontrara con dos lugares disponibles.

Dicha empresa turística tiene, desde ya, una página medio rara que no te aclara todo lo que debería antes de comprar el paquete, entonces te manda a hablar con un "representante" por whatsapp, cuya prioridad es que vos le compres. Una vez concretada la venta, tus mensajes con consultas sobre el viaje son respondidos a los días o, directamente, ignorados. Nosotros elegimos un paquete que decía 3 días y 2 noches, después de comprarlo, nos indicaron que el horario de salida nos lo iban a mandar por mail 48 horas antes de salir, lo cual, obviamente, no sucedió. 

 

Así empieza la historia de este maravilloso viaje.


   El fin de semana largo empezaba el jueves y terminaba el domingo. El martes nos llega el mail avisándonos que el micro saldría a la madrugada el día siguiente, o sea, el miércoles, DÍA HÁBIL. Mi amigo les escribió para consultarles por qué no avisaron antes que se salía en un día hábil, porque teníamos que pedir permiso en el trabajo a último momento. Mensaje va, mensaje viene, nos terminamos enterando que el día 1 llegábamos al mediodía a Mar del Plata, el día 2 estábamos ahí las 24 horas y el día 3 el micro nos pasaba a buscar a las 7 de la mañana y lo íbamos a pasar viajando. Entonces, digo yo, ¿PARA QUÉ COMPRÉ UN VIAJE DE FIN DE SEMANA LARGO SI VOY A PASAR COMO MUCHO 36 HORAS EN MAR DEL PLATA? 

Con mi amigo nos re indignamos, él les dijo de todo por whatsapp, nos quitaron las ganas de ir y todo. Terminamos arreglando por nuestra propia cuenta no volver con el grupo de la empresa y quedarnos en un hostel dos días más, pero ya íbamos completamente del orto. El resto de la gente se enteró de todo esto una vez iniciado el viaje y vimos una a una la transformación de sus caras al escuchar a la coordinadora decirles que pagaron para pasar el último día sentados en un micro con olor a culo. ¿Querés más? Era la época del mundial y el día de la vuelta justo jugaba Argentina. La coordinadora se hizo totalmente la boluda diciendo que no sabía que ese día había partido, y, ante los reclamos de todos, la solución fue que verían el partido en un parador.


   Entonces, nuestro viaje estuvo dividido en dos partes: la del hotel de la empresa nefasta con la que viajamos, y la del hostel donde pasamos el resto del fin de semana. 

 

I. El hotel

¿Cómo puedo describir el hotel que nos tocó por la empresa sin utilizar las palabras asqueroso, precario, repugnante y roñoso? No, no puedo, que dios me perdone. 

Ni bien llegamos, una vieja (luego nos enteramos de que era la dueña del hotel) nos reunió a todos en el comedor y nos repartió en habitaciones que tuvimos que adivinar dónde carajo estaban porque no nos lo dijo. 

Las camas hacían ruido aunque solamente les apoyaras la mano encima, los colchones eran finísimos, como dormir sobre dos sábanas dobladas, el baño era un cubículo con una ventana sin cortina desde la cual te podían ver mientras te bañabas los de la habitación del piso de arriba, el ventilador era un ventilador de pie con el caño cortado y atado a la pared de una manera inexplicable, sostenido solamente por la voluntad de alguna entidad superior. A la noche estaban apagadas las luces de todos los pasillos para ahorrar luz, si no ibas con la linterna del celular te hacías mierda.

El desayuno era café, tostadas con pan del año 2005 freezado y recalentado y mermelada que te servían en un contenedor de plástico para posteriormente juntar lo que sobraba, volver a meterlo al frasco madre y servirlo nuevamente los días siguientes. Un día cenamos en el hotel (porque podías pedir comida por delivery y cenar en el comedor), pedimos cubiertos y nos dieron un cuchillo que tenían suelto por ahí porque no sabían dónde se guardaban el resto de los cubiertos.

Cuando nos estábamos por ir el último día, a la misma hora que se iba el resto del grupo que viajaba con la empresa turística, fuimos hacia la salida dispuestos a llamar un remís para que nos deje en el hostel donde pasaríamos los últimos días. La vieja ortiva/dueña nos vio e inmediatamente nos empezó a gritar que no podíamos sentarnos en los sillones de recepción con los bolsos, que teníamos que quedarnos en la calle si ya nos íbamos. Y mi amigo se contuvo mucho para no decirle "¿para qué tenés sillones ahí si no se pueden usar?". Igual quedate tranqui que nadie se quiere quedar en ese hotel roñoso más de lo necesario, vieja trola.


   Uno pensaría que lo peor ya pasó, que ese fue el punto más bajo de las vacaciones y que, a partir de entonces, las cosas mejorarían. Pero algo que me enseñó la vida es que, particularmente en mi vida, las cosas siempre pueden empeorar. Por eso dios me puso a prueba una vez más y puso en mi camino el hostel.

 

II. El hostel


   Nosotros ya íbamos sabiendo que no tenían habitaciones mixtas: a mi amigo le iba a tocar una habitación de hombres y a mí una de mujeres, y nos tendríamos que comunicar por whatsapp para acordar vernos en los espacios comunes. Hasta ahí no había problema, porque sólo íbamos a dormir allí y el resto del tiempo lo pasábamos juntos afuera. El problema fue, justamente, dormir.

 

   En mi habitación, la primera noche, estábamos solamente una mina y yo. Conversamos un rato y me pareció simpática, todo bien. Después nos dormimos. Yo estaba cansadísima después de pasar todo el día dando vueltas por la playa y la ciudad, así que me dormí al instante.

Pasa un tiempo y siento que me hablan: era la mina de mi pieza. Me dice "estás roncando", le dije uh perdoname, me acomodo de otra manera, boca abajo y tapándome la cabeza con la almohada para amortiguar futuros ronquidos, y me vuelvo a dormir.

Al rato me vuelve a despertar porque estoy roncando, me hago la dormida y me doy vuelta, pensando cómo carajo voy a hacer para, en mis sueños, ser consciente de que ronco y detenerlo, porque obvio es una habilidad que todos tenemos: realizar acciones que requieren plena conciencia y voluntad en nuestros sueños. 

La mina me despierta una tercera vez, esta vez sacudiéndome del brazo, diciéndome que estoy roncando. No me digas, las otras dos veces que me despertaste para decirme lo mismo no me quedó claro el mensaje! Yo ya estaba re caliente, tipo dejame dormir la re concha de tu madre, y de la manera más civil posible le dije "bueno, perdoname, no ronco porque quiero, estoy dormida y no lo puedo evitar"; la tipa me dice "bueno, HACÉ ALGO" y se vuelve a acostar. Yo soy una persona que odia la confrontación, entonces intento incomodar al otro lo menos posible, pero que me despiertes tres veces en la noche por algo que no puedo controlar ya me rompe bastante las pelotas; como resultado a esto dormí el resto de la noche para la mismísima mierda, despertándome cada media hora, no descansé nada y al otro día se me estaban por salir los ojos del cráneo. A esto le agregamos que la mina se levantó a las siete de la mañana, hizo todo el ruido posible durante los diez minutos que se estuvo vistiendo y preparándose para salir, y se fue dando un portazo nada sutil.


   A la mañana mi amigo y yo salimos a comprar algo para comer y nos sentamos a desayunar en el patio. Yo le conté mi experiencia intentando dormir, y él me contó la suya, que era peor. Resulta que él compartió pieza con seis chabones, dos de los cuales se habían ido de joda a la noche y volvieron a la madrugada totalmente dados vuelta, culminando en mear sobre el piso de la habitación y los cuerpos de los otros chabones que estaban durmiendo. La situación evolucionó hasta que un meado amenazó a un meador con una navaja y los terminaron echando del hostel. Una experiencia inolvidable. A todo esto, nos quedaba una noche más allí.


   Esta noche, la previa a viajar, mi amigo no sufrió nuevamente el comportamiento prehistórico característico de la población del género masculino heterosexual; sin embargo, yo volví a sufrir gracias a ella, la pesadilla viviente, la mina hinchapelotas que compartía habitación conmigo.

La noche anterior me la crucé mientras estaba cenando, le dije que perdón por roncar, que yo no controlo esa acción y que esperaba poder dormir mejor esa noche porque al otro día tenía que viajar. Bueno, se pasó todo lo que le dije por el orto, porque a la noche me duermo y otra vez me despierta sacudiéndome porque estaba roncando. Repetí la acción de darme vuelta y taparme la cabeza con la almohada, que es lo máximo que puedo hacer; tampoco es que ronco como mi padre fumador desde los 13 años que lo escuchás aunque estén en extremos opuestos de la casa, yo conozco mis ronquidos porque LOS GRABÉ UNA NOCHE y no son nada que te impida dormir a menos que seas muy, muy hinchapelotas.

Intenté seguir durmiendo, que encima ya era difícil porque al lado teníamos el patio con un grupo grande de gente comiendo un asado y hablando a los gritos entre todos, pero me costaba más que nada porque yo ya SOÑABA con la mina sacudiéndome. En un momento de la madrugada me desperté para ver la hora y escucho a la mina decir claramente "qué hija de puta esta piba", en ese preciso momento decidí que si me volvía a romper las pelotas le decía de todo. Porque ya en un punto es una hijaputez, si pagás por un hostel pagás poco porque estás conviviendo en un solo espacio con gente que respira, se mueve, sus cuerpos hacen ruido; si sos tan delicada para dormir que el sonido de un alfiler cayendo interrumpe tu descanso no seas una forra de mierda y pagate un departamento o un hotel, por 2 mil pesos la noche agradecé que no te mearon mientras dormías y casi presenciás un asesinato.

A eso de las 3 de la mañana llegan dos pibas que se sumaban a nuestra pieza. Obviamente entraron, hicieron ruido, prendieron la luz, hablaron entre ellas en voz alta, todo mientras la mina insoportable dormía, interrumpieron su sueño sagrado y ella no les dijo una palabra

Un par de horas después me desperté sola, miré la hora y me quedé un rato boludeando con el celular, juntando energías para ir al baño; mientras esto sucedía, escuchaba los ronquidos de alguien más, una de las pibas nuevas, que estaba dormida en la cama de arriba de la mía. Vi a la insoportable levantándose y acercándose a mi cama con toda la intención de sacudirme, y antes de que hiciera algo yo, totalmente hinchada las pelotas, me incorporé como un muerto volviendo a la vida y le grité "estoy despierta, no estoy roncando yo, es alguien más, ¿o tenés ganas de romperme las pelotas solamente a mí? Dejame dormir flaca". La chabona, cagadísima, se volvió a acostar. En otro momento de la mañana la escuché levantándose e ir al pasillo a increpar a otra persona que se había levantado para ir al baño, A OTRA PERSONA DE UNA HABITACIÓN CUALQUIERA, porque pasó por el pasillo escuchando un audio de whatsapp y con ese ruido la despertó.


 

   Para sorpresa de nadie, tuve más paz en mi casa que en mis vacaciones.


martes, 8 de agosto de 2023

    Lunes, 1:30 de la madrugada. Me llega una notificación de whatsapp, obviamente, como no puede ser de otra manera a esa hora, con la peor noticia que te puedas imaginar recibir en tu vida: te unieron a un grupo de whatsapp de padres del colegio.


   El grupo se llama "Padres de 4to año". Al toque llega un mensaje de la madre que creó el grupo: "Hola, hice un grupo para los padres de 4to año" NO ME DIGAS. Era tarde, nadie mandó más mensajes, gracias a Dios. Me fui a dormir.


   Hoy, 7 de la mañana, empiezan a caer los mensajes.

Buenos días

Buen día

BUENOS DÍAS 🤗

Buen dia

Buen dia soy la mamá de sofi

Buen dia!!!! Soy la mamá de Matias

Buen dia

Buen día


LA RE PUTA MADRE QUE LOS REMIL PARIÓ BASTAAAAAAAA NO SÉ QUIÉN PINGO ES TU HIJO Y NO ME IMPORTA, DEJAME DORMIR MIENTRAS VIAJO AL LABURO POR EL AMOR DE DIOSSSSS



miércoles, 19 de julio de 2023

El pueblo vs. La Perlita

   Ya mencioné anteriormente mi relación complicada con la empresa de colectivos más querida del conurbano: La Perlita. O, más bien, con sus choferes, que para ser contratados en vez de un psicotécnico tuvieron que pasar un test de qué tan hijo de puta se puede ser sin llegar a violar la ley. Bueno, el otro día viví un suceso que relato a continuación, una maravillosa anécdota llena de luz y alegría.


   Era un día normal de mi vida, normal porque todavía no había sido arruinado por un tercero. Tenía que ir hasta Ituzaingó a tomar la combi que me llevaría al trabajo, que te guarda un lugar por reserva y si la llegás a perder rezá para que la siguiente tenga un lugar libre o tenés que viajar en el tren con 5 bicicletas apoyadas en la columna y encima llegar tarde. Pero me preparé a tiempo y salí a tiempo, ¿qué podría salir mal, no? ¿NO? 


   El colectivo que pasa por la otra cuadra de mi casa tiene una aplicación que te avisa cuándo va a pasar por tu parada; pero está tan mal hecha que, en el recorrido que tomo yo, solamente te avisa de los colectivos que van en sentido a Moreno. Como Ituzaingó es terminal del recorrido, te va diciendo en cuántos minutos llega allá un colectivo que sale hacia Moreno, entonces yo calculo que cuando la aplicación dice que en 15 minutos va a llegar el colectivo a Ituzaingó ya tengo que ir hacia la parada, porque ese es el tiempo que tarda desde mi casa hasta Ituzaingó. En fin, si no se entendió una mierda lo que expliqué no importa, con saber que dependo mucho del funcionamiento de esta aplicación para estar en la parada el menor tiempo posible y no exponerme a que me roben mientras espero, alcanza.


   Según la aplicación, el colectivo ya estaba por venir, así que salgo de mi casa y voy a la parada con el culo en la mano porque todavía es de noche y podía ver que no había NADIE MÁS ESPERANDO. Llego y lo veo venir a lo lejos, veo con ansias cómo se va aproximando a mi cuadra, saco la tarjeta SUBE del bolsillo de mi campera y... lo veo doblar en la cuadra anterior a mi parada, salteándose un tramo del recorrido. 

Me aguanto las ganas de putear a los gritos y razono: si hizo eso, tal vez esté cortada una calle por la que pasa. Así que voy hasta la parada de la otra cuadra, por si el siguiente colectivo hace lo mismo que este que perdí, un camino no muy lindo porque hay que caminar una cuadra larguísima y oscura. Cuando voy por la mitad del camino más o menos veo a la distancia otro colectivo aproximándose. Me pongo a correr para no perderlo. Y esto es lo mejor de la anécdota: el colectivero me ve corriendo, para en la parada, sube un pasajero que había ahí esperando, yo estaba en la esquina anterior a esta parada (o sea, sólo tenía que cruzar la calle corriendo), me vuelve a mirar y ARRANCA, siguiendo de largo por el recorrido de siempre, por lo tanto, no había ninguna calle cortada como yo había pensado. O sea, el anterior se comió una parte del recorrido básicamente porque le pintó y el de ahora es un hijo de remil puta que ve a una boluda corriendo y en vez de esperar 5 segundos a que llegue a subir se va.


   Entonces decido ir por la cuadra por la que se desvió el otro colectivo, porque este forro que me dejó en banda tenía que pasar por otra parada que hay por ahí. Mis pulmones no daban más de tanto correr pero igual corrí, porque el bondi era capaz de ir a las chapas y yo me lo iba a perder de nuevo. Entre todo esto pasa un auto al lado mío, el que manejaba vio toda la secuencia y me dijo "son unos hijos de puta" y yo le digo TAL CUAL. Por suerte llego a la parada antes que venga el colectivo y me lo puedo tomar. 

Cuando subo nada de "buenos días", ni "por favor" ni un carajo, directamente le digo al chabón "me viste corriendo, ¿por qué no esperaste a que cruce la calle?". El muy hijo de puta se sonríe y me dice "estabas a mitad de cuadra, no puedo subirte a mitad de cuadra". LA CONCHA DE TU HERMANA, NO ESTABA A MITAD DE CUADRA, ESTABA EN LA ESQUINA, A METROS DE LA PARADA, NO TE COSTABA NADA ESPERAR POR EL AMOR DE DIOS.


   No sé si alguien alguna vez vio una persona con tanta cara de orto como la mía esa mañana. Menos mal que el bondi venía con las luces apagadas porque el chofer me llegaba a mirar y yo le encajaba mínimo 27 tiros o me mataba enfrente suyo para marcar para siempre el curso de su vida. Una fuerza divina me hizo llegar a tiempo y no perder la combi, pero venía tan del orto que estuve todo el viaje redactando un reclamo en la página de La Perlita, relatando no sólo el hecho que acababa de vivir, sino que también otros sucesos de la misma índole que son constantes, como que no veo un inspector desde el año 2013 aproximadamente, o la vez que esperamos el colectivo una hora en Ituzaingó y vinieron 5 (cinco) unidades juntas, de las cuales dos se quedaron estacionadas con los choferes boludeando, dos siguieron de largo sin mirarnos y la última nos levantó a todos los pasajeros, o cómo siempre hacen el recorrido que se les canta el orto y dejan a los pasajeros esperando como boludos por una hora, varios etcéteras; por cuestiones morales omití frases tales como "después se quejan cuando les cortan los dedos".


   Y recibí respuesta. 

   Me dijeron que iban a tomar las medidas necesarias para que esto no vuelva a suceder.



miércoles, 21 de junio de 2023

Capitalienses

    La gente de Capital a veces me es extraña. Los porteños, pero yo les digo capitalienses, porque al término se lo robé a alguien y después me quedó. Son como los latinoamericanos: nos entendemos entre todos, hablamos el mismo idioma (casi todos) pero pensamos y vivimos las cosas de manera diferente.


   Ahora, hay diferentes maneras de ser capitaliense. Podés haber nacido en Capital pero haber vivido la mayor parte de tu vida en Provincia, entonces, no te identificás como capitaliense sino que como bonaerense. Ese es mi caso, por lo tanto, que me digan que soy capitaliense es un insulto muy grande hacia mi persona. Capaz es medio ladri, como los yanquis que dicen ser latinos porque el tatarabuelo era mexicano pero sólo apelan a esa pseudo-latinidad para flashear ser oprimidos. Pero creo que lo mío es menos ladri, porque tengo vivencias bonaerenses y, por más que mi acta de nacimiento diga que soy capitaliense, en mi corazón nunca lo seré, escupo el suelo de la patria que me vio nacer.

También podés ser bonaerense, que esté en tu acta de nacimiento, haber vivido y crecido en Provincia, pero en un momento de tu vida haberte mudado a Capital e iniciar una metamorfosis hasta porteñizarte parcial o totalmente. Capitaliense de alma, no de piel. Por ejemplo, si residís en Capital y progresivamente te empieza a parecer muy lejos tener que tomarte un colectivo o un subte (ni hablemos de un tren) para ir a otro lado, te informo que ese es solamente el inicio de la metamorfosis.

Otro caso es ser capitaliense pero de las zonas menos capitalienses de la Capital, como Liniers o Lugano, que la gente olvida que son parte de ese territorio entonces si les decís "soy de Liniers" dudan de tu gentilicio. Y ahí depende de con quiénes sentís que resuena más tu corazón; para mí si el tren Sarmiento atraviesa tu localidad sos un hermano bonaerense pero de todos modos depende totalmente de cada persona.


   Si bien soy una orgullosa habitante del conurbano bonaerense, paso mucho tiempo en Capital. Sospecho que estoy más rodeada de bonaerenses que de capitalienses, más que nada porque los últimos son muy evidentes en los comportamientos que despliegan no sólo en sus hábitats naturales (por ejemplo, Palermo) sino en todos lados. No sólo se ponen en evidencia, sino que creen que están bien, incluso que son mejores que todos aquellos que los rodean. Por ejemplo, cuando vas a un recital y atrás tuyo hay un grupo de pelotudos debatiendo entre ellos en medio de una canción "esto es rock nacional? Noo, esto es indie. Mmm pero no son tan indies si van a grabar al exterior. Pero nacional es, si son argentinos. Pero el rock nacional suena más a Soda o Los Redondos o..." sin dejarte escuchar la canción y, cuando alguien los calla, se ríen y le hacen burla el resto del recital, es fija que son capitalienses: sólo ellos pueden creer que a todos nos interesa más las boludeces que están diciendo que escuchar a la banda que pagamos por ir a escuchar. Si el que los calló los amenazó con cagarlos a trompadas, es hermano mío. 

Otro ejemplo: si en un bar alguien pide un flat white en vez de un CORTADO, es capitaliense o simplemente un tilingo con aires de cheto, que es algo peor. 

 

   Una manera fácil de reconocer a un capitaliense es esperar a que exprese algo que evidencie lo desconectado de la realidad que está, esto suele suceder rápidamente. Una vez me tocó ver la historia de una emprendedora en Instagram hablándole a la cámara y diciendo que si pensamos todo el tiempo en lo pobres que somos, nos autosaboteamos y reforzamos ser víctimas, entonces tenemos que pensar positivamente para cambiar el destino. Se recontra regaló, es increíble: imparten su ignorancia gratuitamente como si nos hicieran un favor, creyendo que es sabiduría.


   Tal vez sueno como una forra igual lo soy, pero tengo amigos capitalienses (el clásico "tengo amigos negros", "tengo amigos gays"). Yo los quiero mucho, pero es evidente que nuestras vivencias no son las mismas. Para empezar, el capitaliense que viene a verte a Provincia es una especie única y en peligro de extinción. La mayoría piensa que la General Paz es la franja de Gaza y que una vez que la cruzás la única forma de volver es en un ataúd. ¿Ven mucho el noticiero? ¿Realmente creen que su ciudad es más segura? A John Lennon no lo mataron en Morón, pero bueno. 

Una situación que me marcó fue la primera vez que una amistad capitaliense me vino a visitar a mi ciudad, básicamente porque me hinché las pelotas de en 10 años ser yo la única que se tenía que movilizar sino no nos veíamos nunca, y vino sin el celular PORQUE LE DABA MIEDO. Y VIVEN ROBANDO EN LA VEREDA DE SU CASA!!!!!

 

   Otra cosa: realmente creen, o se autoconvencen, de que ahí todo es avanzado; que acá somos unos monos que nos cagamos a tiros, o que vivimos en ranchos de techo de paja, nos transportamos en burro y no tenemos internet. Y hay cosas muy básicas que yo no entiendo si son boludos o eligen ignorar. En Capital, por donde yo trabajo, el olor a mugre es insoportable. Los containers están tirados en medio de la vereda, abiertos, emanando olor, abrís uno para tirar algo y lo más tranqui que ves es una rata cebándote un mate. El piso está pegajoso, caminás y sentís que se te quedan pegadas las suelas de los zapatos, pasen la hidrolavadora por dios! En Ituzaingó por lo menos todas las casas tienen su tacho de basura en la vereda, a la noche sacás las bolsas y pasa el camión en un horario determinado y se lleva todo, no hay olor a basura o si lo hay es por un período limitado.


   Por último, para el capitaliense todo es lejos. No viene a Provincia porque es lejos, y porque le van a robar, aunque Constitución sea parte de su territorio. Tener que combinar un subte les parece un montón, si tienen que viajar media hora en colectivo la piensan porque les queda re lejos, y si no viven cerca de una estación de tren olvidate, el tren directamente para ellos no existe. El bonaerense tiene que hacer el mismo viaje que el capitaliense para ir a verlo, Y LO HACE. Al bonaerense le queda todo a más de una hora de viaje, posiblemente a por lo menos una combinación de transporte, y muy probablemente a veces el recorrido de cabecera a cabecera de un medio de transporte ni siquiera lo deje en su destino final. Pero a esa hora o más de viaje ya la tiene incorporada en su sistema, porque sabe que el mundo gira en torno a Capital, lamentablemente. A las horas que pierde de viaje, hacia el final de su vida, dios se las devolverá a modo de recompensa, ejecutando así la justicia divina bonaerense. Porque si dios es bueno, para mí, entonces es bonaerense y bostero.